viernes, 19 de agosto de 2011

La Tía Manuela..

Quiero dedicar esta entrada a una de las personas que han inspirado mi vida...

Mi tía Manuela.
Esta mujer; sencilla, prudente, callada, amorosa, hace años que ya no está con nosotros, y sin embargo mi corazón, algunas veces, la rememora como si todavía estuviera.
Yo la conocí ya siendo anciana, o al menos eso me parecía a mí, pues su pelo blanco recogido en un moño, sus ropas negras, sus zapatillas de tela en sus pies cansados y su aspecto, eso me decían.
La tía Manuela vivía en su propia casa. Una casa en las afueras del pueblo. Y desde ahí; caminando lo que entonces nos parecía una gran distancia, ella salía cada mañana a ver a qué parte de la familia podía ser útil...ofrecer servicio.
Ella no hacía meditación; sin embargo se levantaba cada amanecer con una energía nueva; con fuerzas renovadas y con un propósito en mente: Bendecir.
Esta palabra, distorsionada, agredida, y a la que a veces queremos fosilizar, formaba parte de su estilo de vida...
Y ¿Cómo bendecía...? sus formas eran sencillas, tan naturales que pasaban desapercibidas. Sólo cuando años después recuerdas los detalles con los que adornaba su quehacer cotidiano, es cuando toman la debida importancia.
Muchas mañanas venía a mi casa, sólo para quitar las hojas secas de las plantas de mi balcón. Tarea que hacía con tanto esmero, que mis pocas macetas y jardineras parecían ser el mismo Generalife.
Cuando pasaba por el mercado, y ya iban a cerrar los puestos, la churrera le regalaba los churros fríos que habían quedado y ella los aceptaba con mucha dignidad...
En una época en que las circunstancias de mi vida no eran fáciles; ella solía aparecer en mi casa, después de comer, sólo para fregarme los platos.
No era el tipo de  persona, que por su pesadez o inoportunidad, no te apetezca abrirle la puerta, pues realmente ella se hacía invisible. No molestaba. No hacía ruido, no se metía en  nada; su propósito era bendecir y lo hacía desde el anonimato, la sencillez, el respeto... el amor.
Mi juventud, e inmadurez, me impidieron valorar esos y otros muchos  detalles en su amorosa dimensión... pero hoy los recibo; y cuánto los agradezco.
Agradezco sobre todo, el legado que me transmitió.
El amor a los pequeños actos que pasan desapercibidos. La dedicación a lo insignificante. El cuidado de lo que aparentemente no necesita atención...La perseverancia en las cosas sencillas. La humildad.

Mi tía Manuela eligió un día muy señalado para abandonar su cuerpo demasiado desgastado por los envites del tiempo.
Una noche de un  24 de diciembre; cuando todas las familias estaban en sus propias fiestas familiares, ella eligió entregar el espíritu.
En silencio. Sin llamar la atención, sin esperar compañía humana alguna, en la quietud de su casa... ella exhalaba su último aliento...
Al día siguiente, muy entrado el día, cuando todos habían descansado y recuperado fuerzas de la noche anterior, recibimos la noticia. El pueblo de Motril que algo la conocía; decía; Manolica ha muerto.
Para mí, que honro su memoria y abrazo su legado; ella  sigue viva.
Ni siquiera tengo una foto suya para recordar su imagen, pero ¿Quién la necesita...?

Me gustaría exhortarte a una reflexión, con una pregunta que me hago a mí misma

¿ Y tú; Qué legado quieres dejar...?

lunes, 1 de agosto de 2011

La vida es bella...

Quiero compartir con vosotros el sentimiento de gratitud que me produce la Vida.
Vivir; sentir, amar, reir, llorar... superarme cada día eligiendo quien quiero ser y hacia donde quiero ir...
Vivir intentando Ser....
Vivir de la manera que he elegido, disfrutando cada instante  y despojándome de  quien no quiero ser. Detectando qué identidades de las que adquirí en el pasado está fundamentada en algún miedo y que me impide Ser  y vivir desde mi esencia...
Descubriendo y aceptando que esas "personalidades" tuvieron su razón de ser....las adopté y de alguna forma me cuidaron....y agradezco lo que me aportaron y lo que aprendí de ellas.
Pero ahora, esos ropajes, me sobran y quiero caminar sin ellos
Ya compartí con vosotros la importancia  de cultivar buenos pensamietnos en el jardín de nuestra mente, y ser más cuidadoso/as jardineros de nuestro interior...
Apliquemos  las tijeras de podar con amor y esmero, y sembremos con paciencia ...
Nuestro cerebro,  tiene la capacidad de crear; entones ¿Qué nos impide utilzarlo en positivo...? ¿Qué nos impide utilizarlo para construir, la vida  que queremos vivir?
Es probable que  la respuesta que te ha venido a la cabeza sea alguna creencia limitante que si quieres podrás ir reemplazando por otra motivadora
Puede que en este momento, tu circustancia te parezca desalentadora y a la que puedes culpar con todo el derecho ... puede que realmente lo sea... pero; ¿Sabes...? En medio de tu circunstancia tú puedes elegir cómo sentirte, cómo reaccionar, cómo responder, ´
Desde dónde quieres vivir esa situación, desde cuál de tus valores, desde qué parte de tu interior eliges Vivir...
Quiero dejarte con algunos momentos de la maravillosa pelicula de Roberto Benigni; La vida es Bella



¿Qué sería necesario, para que tu vida fuera más bella...?