miércoles, 6 de diciembre de 2017

Premio Nobel Literatura 1996
Wislawa Szymborska
Premio Nobel Literatura, 1996.
Esta maravillosa poeta, Wislawa Szymborska; sencilla, inteligente,  valiente...pero en mi opinión, bastante desconocida, merecería una o varias entradas sólo para ella, sin embargo, de momento, va a ser uno de sus maravillosos poemas el protagonista de este post. 

Es un poema que Szymborska hace a la fantástica Ella Fitzgeral, a la que admiraba y con la que disfrutaba escuchando sus canciones. 

La Premio Nobel debió imaginar un posible dialogo interno en Fitzgeral. Uno de esos muy probables que se nos cuelan por la mente producto de una sociedad que nos esquizofreniza, haciéndonos enfocarnos en lo que nos falta, en vez de lo que tenemos. Creándonos esa sensación de insatisfacción...esa frustración que nos hace olvidar la gratitud por lo que sí somos o sí está a nuestra disposición. 

Este es el trascendental poema (una oración-poema-) que tanto me gusta, que tanto significa, que tanto nos exhorta: 
Ella Fitzgeral




Ella Fitzgeral en el cielo:

«Le rezaba a Dios,
le rezaba ardientemente,
para que hiciera de ella
una feliz chiquilla blanca. 
―Y si ya es tarde para esos cambios, 
Pues al menos, Mi Señor, mira cuánto peso ―.
Pero el misericordioso Dios, dijo, No.
Simplemente, puso la mano en su corazón,
le miró la garganta, le acarició la cabeza.
―Y cuando todo haya pasado—añadió—,
me llenarás de júbilo viniendo a mí,
mi alegría negra, mi tonel cantarín».


https://www.youtube.com/watch?v=NzSxvyX3QfA